El mensaje de bienvenida a su entrada está escrito en alemán.
"Willkommen", reza el arco bajo el que se fotografían los turistas que llegan hasta aquí.
No es lo único que indica que estamos en un lugar un tanto particular de Perú. Uno de sus barrios principales se llama Prusia y la arquitectura de sus edificios, con sus paredes blancas, tejados a dos aguas y protagonismo de la madera, recuerdan más a la típica de Alemania y Austria que a lo que uno podría esperar en este punto a medio camino entre las frías cumbres de los Andes y la cálida espesura de la Amazonía peruana.
Aquí se comen salchichas, ensaladas de patata y se baila la polka y otras danzas típicas de la Europa septentrional.