Lindas cabañas acogedoras, las habitaciones muy confortables, impecables, sábanas blanquísimas y nos gustaron mucho los bordados clásicos en las fundas. Muy tranquilo y bellos alrededores llenos de flores y árboles. Los desayunos deliciosos incluyen productos de la zona! Muy buen café, buenos plátanos en todas las formas y tamales riquísimos! La Recepción está algo escondida. La ubicación es relativamente cerca de la plaza de armas, caminar con cuidado por la noche o mejor tomar un taxi.